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Tipos de préstamos para jubilados: cómo elegir el más adecuado para usted

Cuando se jubile, es posible que se pregunte cómo va a financiar su nueva vida. Afortunadamente, hay muchas formas de financiar su nuevo estilo de vida como jubilado. Dependiendo de sus necesidades individuales, puede explorar diferentes programas de préstamos de bancos, cooperativas de crédito, compañías financieras y prestamistas en línea. Estos tipos de préstamos pueden tener costos y plazos muy variados, pero también pueden ofrecer diferentes beneficios para los jubilados en situaciones distintas. Siga leyendo para conocer los préstamos que puede obtener como jubilado.

Tarjetas de crédito

Te brindan una línea de crédito, es decir, un monto total sobre el que vas realizando compras y pagos. La principal característica de una tarjeta de crédito es la temporalidad, ya que te permite disponer de un dinero que no tienes al momento pero que vas a recibir en un futuro inmediato. Un ejemplo de esto puede ser si realizas una compra a mitad de quincena, y sabes que podrás pagarla al momento de recibir tu jubilación mensual.

Su principal ventaja es que si pagas el total de la deuda cada mes, evitas que se generen intereses. Y la principal desventaja son las altas tasas de interés.

Antes de solicitar alguna tarjeta, revisa el costo anual total, la tasa de interés, las comisiones, las promociones y otros beneficios, así como los demás términos y condiciones. 

Hay bancos u otras entidades financieras que cuentan con tarjetas de crédito especializadas para pensionados con grandes beneficios.

Préstamos de libre inversión

Es un préstamo de dinero con el que se puede financiar cualquier proyecto. Como su nombre lo indica, al ser de libre inversión eliges el propósito, puede ser para un viaje, remodelar una vivienda, estudiar o en general para lo que quieras. Aplica para personas naturales con ingresos de por lo menos un salario mínimo.

Muchas entidades lo otorgan con pocos requisitos, se puede elegir una tasa de interés fija lo que permite pagar una misma cuota de principio a fin, el estudio de crédito no tiene costo y el tiempo de financiamiento puede ir desde 12 hasta 60 meses. La principal desventaja, es que se debe contar con un buen historial crediticio y no se solicita de manera express.

Este crédito, junto al de libranza son los más otorgados a pensionados.

Crédito hipotecario

Es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda. La propiedad adquirida queda en garantía o “hipotecada” a favor del prestamista para asegurar el cumplimiento del crédito. Es ideal cuando se va a adquirir vivienda porque prestan para grandes montos y a tasas de interés accesibles.

Actualmente se puede acceder a subsidios y cobertura de tasa de interés otorgados por el gobierno para la compra de vivienda nueva.

Existe una gran variedad de productos hipotecarios, basados en las necesidades particulares de los pensionados. Por ejemplo, acceder a una segunda vivienda o para inversión en propiedad raíz.

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Crédito de nómina o libranza

Es el más otorgado actualmente a pensionados, incluso hay entidades que lo conceden a jubilados reportados en centrales de riesgo. Son muy similares a los de libre inversión, sólo que en este caso se descuenta directamente, mes a mes, de la mesada pensional.

Es un crédito tomado frecuentemente por los pensionados porque las tasas son en ocasiones más favorables que en otras modalidades de crédito y porque ofrecen la posibilidad al pensionado de pagar su deuda hasta en 144 meses.

Microcréditos

Es un préstamo de monto reducido y de mediano plazo, que sirve principalmente para financiar algún proyecto; por ejemplo, para un restaurante pequeño, una tienda o actividades económicas similares.

Aunque los requisitos varían entre las instituciones financieras, suelen otorgarse sin tener que comprobar ingresos y solo se solicitan documentos como comprobante de domicilio y de identificación.

La principal ventaja del microcrédito es que prestan a una tasa de interés más baja y la principal desventaja es que son préstamos pequeños.

Cómo elegir el más adecuado para usted

Antes de adquirir cualquier crédito, se debe tener claro cuál es su destinación, qué grado de endeudamiento se tiene y cuál es la capacidad de pago según el plazo a tomar y la tasa de interés.

El primer paso es preparar un plan financiero. Compare sus ingresos vs gastos, a fin de determinar cuál es su capacidad de pago y así establecer el momento oportuno para tomar el crédito.

El segundo es analizar la mejor oferta entre las entidades financieras. Analice la cuota, el plazo, la tasa y los costos adicionales que no entran en la cuota, pero que se descuentan a la hora de desembolsar. Tenga en cuenta que lo más importante no es la tasa, es lo que se ajuste a su necesidad puntual.

Tercero, analice costos. A la hora de evaluar el préstamo, tenga en cuenta, por ejemplo: si la tasa del crédito es la ofrecida, si la cuota de manejo de la tarjeta de crédito encarece el producto, si los seguros o el aval suben la tasa, entre otros. Dependiendo de ello, usted podrá escoger el tipo de amortización que más le convenga para mantener estable su flujo de caja y así, cumplir con su obligación.

Cuarto, preste atención al asesor comercial y al detalle de los términos y condiciones. Si tiene dudas sobre los términos descritos en los documentos que está por firmar, pregunte. Esto puede evitar sorpresas a futuro que podrían afectar su bolsillo.

Y por último, una advertencia: utilizar los “gota a gota” o “paga diario” para obtener dinero rápido puede resultar costoso, pues sus tasas superan el nivel de usura y, además, este tipo de alternativas podría poner en riesgo su integridad.

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